La infección por Plasmodium en mujeres embarazadas puede causar malaria gestacional y/o malaria placentaria. Varios estudios han revelado que la malaria placentaria ocasiona cambios y daños tisulares como daño del sincitotrofoblasto, depósito fibrinoide en el estroma intervelloso, concentración de macrófagos, secuestro de glóbulos rojos infectados y acumulación de pigmento malárico en el espacio del sincitiotrofoblasto, y engrosamiento de lamina basal, entre otros. Además de estos cambios histologicos en el tejido placentario, el bajo peso al nacer, factor principal de riesgo de muerte neonatal, es una complicación frecuente de la infección plasmodial placentaria, la cual también se asocia con preeclampsia, retardo en el crecimiento intrauterino y parto prematuro.
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